Karla Abigail Carmona Ramos

Vivo en Temoac con mi mamá, papá, hermano, abuela y abuelo. Mi papá trabaja como vendedor en una tienda, mientras que mi mamá se dedica al hogar. Desde pequeña, siempre he tenido el deseo de aprender cosas nuevas y de conocer gente con la que pueda entablar amistades.

Durante mi etapa en el kínder, aprendí a comunicarme mejor y a tener confianza en los maestros, quienes siempre fueron gentiles y comprensivos. Fue una época en la que desarrollé habilidades básicas, como leer y escribir, y empecé a convivir mejor con mis compañeros, apoyándonos mutuamente.

Al entrar a la primaria, conocí nuevas amistades y materias. Aunque me costó al principio entender algunas, como matemáticas e inglés, con la ayuda de mi maestra, que dedicó tiempo extra para explicarme, logré mejorar. Esto me enseñó la importancia de esforzarme y ser persistente para alcanzar mis metas.

La secundaria presentó nuevos retos, especialmente en el tercer año, donde los temas se volvieron más complicados. Afortunadamente, mi maestra siempre estuvo dispuesta a apoyarme, y con esfuerzo y dedicación, fui comprendiendo mejor los contenidos. Mi mamá también fue un gran apoyo durante esta etapa.

En mis días libres, me gusta ayudar a mi mamá y abuela en lo que necesiten, y disfruto pasar tiempo con ellos para fortalecer nuestros lazos familiares. Mis experiencias me han enseñado el valor del esfuerzo y la importancia de la familia en cada paso de mi camino.